Que los únicos ojos que te juzguen y tengan el derecho a mirarte y decir... sean sólo los tuyos. Y que tu mirada no se empape nunca de la cruel fantasía de cuerpos perfectos y rostros angelicales. Que no te vendan algo que no es y que tu boca grite con fuerza cada vez que te quieran persuadir, tanto que pueda ahogar, sepultar y desterrar los fantasmas que te mantienen en el mundo de las cosas sin importancia. Que el único espejo donde te quieras reflejar sea en de tus propios actos, y que lo único que desees ver sea tu alma hermosa tratando de ser algo más que un absurdo y extraño cuerpo que no se cansa de luchar.
domingo, 28 de octubre de 2012
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