Especie de verdad absoluta, como quisiera tenerte. O al menos imaginarte. O mejor aún... creerte (creerme).
Creer en mí más que en ese cruel reflejo. (Que no puede aceptar su imperfección).
Uno, dos, tres, cuatro, treinta y dos.
Si así sos feliz. No pretendo que te quedes conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario