martes, 27 de diciembre de 2011

Ultimátum.

Una ligera melodía entra por mis oídos, se aloja en mi mente, y suavemente, desde adentro y como si fuera la verdad de las verdades, me susurra "no estás sola".
Especie de verdad absoluta, como quisiera tenerte. O al menos imaginarte. O mejor aún... creerte (creerme).
Creer en mí más que en ese cruel reflejo. (Que no puede aceptar su imperfección).
Uno, dos, tres, cuatro, treinta y dos.
Si así sos feliz. No pretendo que te quedes conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario