sábado, 1 de marzo de 2014

Otra vez el miedo. Otra vez la incertidumbre, el dolor. 
Acechándonos la desconfianza, la oscuridad, el dolor.
Otra vez el miedo a ser. Ser en plenitud. Ser feliz. Ser. 
La mágica sensación de lo que puede ser, de lo que fue. 
Se pierden en murmullos tímidos los gritos del alma, 
que arranca
se mueve
y habita.
Encuentros y desencuentros que se (con)funden en la continuidad eterna 
de la vida
del sol
y del universo.
Y allá fuera, la paz sincera, el amor libre, la libertad enquistada.
Dentro, la nebulosa
el frío desierto
un cielo marrón.
Estoy esperando que el mundo me encuentre nuevamente 
con estas ganas de nacer que amanecen cada día
en cada minuto
fuera de la frágil existencia que me rodea.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, Lucía.
    Esto me voló la cabeza:

    Encuentros y desencuentros que se (con)funden en la continuidad eterna
    de la vida
    del sol
    y del universo.

    Muy bien logrado. Como sabrás, me encanta lo que escribís. Saludos!

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  2. Qué lindo verte por aquí!
    Gracias, como siempre, por el halago y por tomarte el tiempo para escribirme. Me alegra que te haya gustado.

    Abrazo!

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