Desnudo mi orgullo intentando encontrarte una vez más.
El silencio que reina en la noche oscura que me rodea
se quiebra con los quejidos que no logro acallar.
Las lágrimas salen de mis ojos como ríos profundos,
tratando de lavar con su caudal toda la tristeza
que habita en mí.
Ojalá no doliera tanto.
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