Cada gesto,
cada palabra,
cada acto que se expresa
en la hermosura de tus ganas.
Cada pensamiento
cada acción,
define la convicción que nos motiva.
Ni el frío de la tempestad que nos acecha
ni el calor del infierno que se avecina
podrán vencer la fuerza irreductible de nuestras almas.
Esa es la utopía del mundo
por el que luchamos;
otra realidad
que nos envuelva,
nos cobije y nos ampare
bajo un mismo cielo.
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